Alcanzar un propósito, convertir un sueño en una meta real y tangible puede ser un proceso complejo en la medida en que no comprendamos que llegar a ese logro es una carrera de miles de pasitos cortos y no de largas zancadas agotadoras. Cuando ese propósito esta claro, cuando esa meta esta definida, debemos cada día hacer algo así sea pequeñito por acercarnos, poco a poco, sin detenernos, sin parar, firmes y decididos. La recompensa por la perseverancia viene garantizada, pero eso si, se flexible y permite que ese camino sea sutil contigo y seguro llegarás, escucha a tu instinto, él nunca se equivoca, más que fe, CERTEZA. Creer, reír, amar, vibrar, vivir
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